domingo, 23 de junio de 2013

¿Cómo Organizo Mi Placard?

No interesa cuan grande o lleno de ropa sea nuestro placard puede haber desorden aunque solo tengamos un par de estantes y dos cajones.

Lo que siempre sugiero es que comencemos sacando todo lo que tenemos y colocándolo de forma visible en algún lado, puede ser un perchero (de esos tipo tienda) o simplemente en sillas o arriba de la cama. El hecho es que podamos visualizar bien todo. Incluyo en esto también accesorios como ser carteraszapatoscinturones, etc. 

imagen placardA medida que vayamos sacando vamos a tener una primera impresión de las cosas que sabemos jamás usamos o usamos tanto que no dan más, ese es el momento de buscar una bolsa y hacer caridad. De ayuda les doy una regla:“lo que no se usó en dos años, no se usará nunca” y excepto que estemos hablando de ítems muy específicos como ser ropa de fiesta clásica (mas adelante me explayare en este tema) el resto debe ser desterrado. Siempre va a haber alguna hermana, cuñada, amiga o quien sea esperando obtener algunos de nuestros tesoros. 

Después de esta limpieza (la cual nos llevará alguna cuota de esfuerzo) tenemos que dividir la ropa por temporadas: Invierno, Verano e Intermedio. Esta última denominación agrupará aquellos ítems que podamos usar todo el año, ejemplos: remeritas de algodón,sweters o cardigans de hilocamperitas finas, pañuelos de cuellopashminas, etc.
 
Una vez que hayamos terminado con la agrupación podemos ir devolviendo todo, en ese orden, al placard o vestidor según tengamos en casa, con más o menos espacio. 

Con los zapatos y carteras también sugiero que estén ordenados no solo por temporadas sino por estilo: de fiesta, casuales, de trabajo, deportivos, etc. Y si el espacio lo permite cada uno en su caja original para mayor cuidado de los mismos. 

Con respecto a los abrigos y la ropa de fiesta lo más conveniente es tenerlos en algún espacio separados del resto de la ropa, enfundados o con bolsitas para ropa de colgado. Si no tenemos ese espacio podemos destinar algunos de los costados de nuestro placard que no tenga tanto contacto directo como el resto del mismo.

Al finalizar con este trabajo les aseguro varias sensaciones: alegría (por el deber cumplido), alivio (por desprenderse de aquellas cosas que veíamos año tras año y no sabíamos bien por qué estaban ahí), seguridad (estarán convencidas que la ropa que tienen es usable 100% a partir de ahora), creatividad (mientras iban ordenando se les ocurrían más de una manera de combinar lo que antes ni se les aparecía en mente),  y lo mejor de todo: un guardarropa ordenado nos garantiza no caer ni en la repetición de nuestra ropa ni el cliché: “no tengo nada que ponerme!!”.

Suerte!!!

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